Aún huele a imprenta el primer libro de Mar Horno, PRECIPICIOS HABITADOS. Un libro de microrrelatos con ese toque tan personal y ese saber hacer que Mar pone en todo lo que escribe. En Diarium la seguimos desde hace tiempo y hemos tenido la suerte de compartir con la escritora de Jaén conversaciones sobre temas muy diversos que siempre circulaban alrededor de la literatura.
Que un editor apostara por Mar Horno era solo cuestión de tiempo. Sus microrrelatos sobresalen entre la multitud de textos que se vierten en internet en estos días y prueba de ello son los numerosos premios que ha obtenido desde que abrió su blog, destaca haber sido finalista anual del premio de la cadena SER, Relatos en Cadena en dos ocasiones consecutivas, sus galardones en el concurso wonderland de radio 4 RNE y el primer premio del primer concurso de la microbiblioteca. Biblioteca Esteve Paluzie de Barberà del Vallès.
Mar ha tenido la amabilidad de escribir unas letras para todos nuestros seguidores sobre su libro. Es para nosotros un placer poder compartirlo con vosotros.
Sin más preámbulos os dejamos el texto que nos ha enviado Mar.
Si queréis saber mas o preguntar directamente a la autora no dudéis en utilizar este canal para hacerlo, estoy seguro que Mar Horno estará encantada de contestar cualquier cuestión que se os presente.
PRECIPICIOS HABITADOS
Los amigos de Diarium me han pedido que hable
de "Precipicios habitados" y es un placer para mí hacerlo en su
página.
Con lo primero que nos encontramos es con la
portada, obra de la fotógrafa Pilar Mariscal Ayllón. Es un indicio de lo que
nos espera. Es una portada luminosa, clara, cruda, en la que nada se esconde.
El café, sin azúcar, es negro como las situaciones a las que se ven abocados
los personajes del libro, y tiene junto a él una navaja para removerlo,
punzante, hiriente como la realidad. Al otro lado una flor seca, muerta, pero que encierra todavía toda su
belleza. En el interior hay otra fotografía de la misma artista, "una
niña-mariposa" frente a una ventana, que da paso a la segunda parte del
libro: una realidad ficticia, de segundos planos, ilusoria, donde todo es
posible.
¿Y por qué el nombre de "Precipicios
habitados"?
Un precipicio es un corte vertical y profundo
de un terreno, un despeñadero o derrumbadero por cuya proximidad no se puede
andar sin riesgo de caer, una caída precipitada y violenta, la ruina
espiritual.
Pero los precipicios del libro están habitados, ¿por qué? Porque no hay lugar más poblado que un precipicio. Es un borde y en ese borde vivimos todos.
Por eso la primera parte del libro se llama
"Gente al borde". Toda nuestra existencia cotidiana, nuestros afanes,
nuestras pasiones se encuentran en ese borde. Siempre en precario equilibrio.
Somos funambulistas pertrechados con un solo paraguas, suicidas solapados,
saltadores sin paracaídas, ángeles sin alas, cazadores de sueños. Pero aparte
de nuestra tendencia atávica a caer también nos empujan hacia ese abismo
distintos azares: ¿quién no se ha encontrado alguna vez en una situación
cerrada, asfixiante, desesperada, opresiva? Allí pululan mis personajes, al
límite, en el saliente, balanceándose peligrosamente sobre sus pies. Algunos
saltan, otros no.
La segunda parte se llama "La realidad al borde". La realidad
tampoco escapa al precipicio. Éste se
transforma ahora en una frontera, una delgada línea que en muchas
ocasiones cruzamos sin darnos cuenta para acceder a otro mundo, paralelo, donde
la misma materialidad se impregna de trazos fantásticos, ilógicos y
surrealistas. Aparecen entonces extraños seres que se alimentan de nombres,
musas que escapan de botellas, mujeres magnéticas, armarios antropófagos,
campos de cuchillos silvestres, niñas mariposa, ahogados felices, gárgolas
educadas, paraguas que conocen los adverbios o familias que viven en bolsillos.
Allí es donde me encuentro más a gusto, donde paso cada vez paso más tiempo.
Quizás algún día me quede. Definitivamente.
Mar Horno
Os dejamos aquí una de las joyas que podréis encontrar en estas páginas:
Estrecheces
Cuando papá perdió su trabajo, nos mudamos al bolsillo de un abrigo, Estábamos un poco apretados pero era caliente y nunca nos faltaban algunas migajas de pan que comer, un caramelo olvidado, algún trozo de galleta o un pañuelo de papel para hacernos ropa. En verano, nos asomábamos al borde de la faltriquera abotonada y aprovechábamos la brisa nocturna. Mirábamos las estrellas por la ventana y contábamos historias de cuando teníamos agua corriente o frigorífico. Pero tiempos pasados no mueven la vida -Terminábamos diciendo- y nos íbamos a dormir, apiñados. Con el tiempo, nuestros cuerpos se fueron anudando y trabando, ensamblando y combinando, hasta que no se distinguía la pierna de mamá del bigote de mi hermano y las mejillas regordetas de junior de la dentadura de mi abuelo. Nos hicimos redondos como una pelota. Nunca estuvo la familia más unida. Y siempre es mejor rodar que arrastrarse.
Así da inicio uno de los relatos que encontraréis en el libro.
Si queréis disfrutar de este estupendo libro, podéis encontrarlo en DIARIUM.
Título: Precipicios Habitados.
Autor: Mar Horno
Editorial: Talentura
Edición: septiembre de 2013
Precio: 12,00€
¡Qué grande que es Mar!
ResponderEliminarYa me sudan las manos a la espera de tener su libro en casa.
Un abrazo.
Pedro, tú siempre has sido buen crítico, ya me dirás. Un abrazo.
EliminarCreo que este libro me va a gustar... Más aún creo que será de los mejores en el género, para mostrar a los que desconocen este mundillo.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
¡Lo quiero!
ResponderEliminar¿Dónde está el enlace para comprar el libro, que no lo encuentro?
Un saludo.
¡Grande!
ResponderEliminarGracias por tus letras.