jueves, 19 de septiembre de 2013

Manu Espada nos acerca a su Fuera de Temario


Manu Espada nos trae a Diarium su libro fuera de temario, del que acaba de salir la segunda edición. En este libro el autor nos presenta varios relatos teñidos de surrealismo que en realidad hablan de las aspiraciones del ser humano, o quizás debería decir simplemente que hablan del ser humano.

Es para nosotros un placer poder compartirlo con vosotros. 
Sin más preámbulos os dejamos el texto que nos ha enviado Manu.

Si queréis saber mas o preguntar directamente al autor no dudéis en utilizar este canal para hacerlo, estoy seguro que Manu Espada estará encantado de contestar cualquier cuestión que se os presente.


FUERA DE TEMARIO

Siempre he sido un chico de barrio. Los personajes de barrio me fascinan desde que era pequeño, ese microuniverso, como un mundo a escala en el que cada persona tiene un rol que encaja a la perfección en ese engranaje cotidiano de tenderos, panaderos, vecinos, bares y ultramarinos. Cada personaje tiene su filosofía “de barrio” para sobrevivir a la realidad diaria, sus citas, su refranes, sus frases hechas y su modo de afrontar la cotidianeidad de la vida. Cada habitante es experto en una asignatura. Hombres con el palillo en la boca, expertos en Literatura, echan órdagos al mus y beben pacharán, obreros expertos en Lengua embutidos en su mono manchado de cal y señoras con “casquete de peluquería” y “músculo monedero” bajo la axila que han desarrollado una capacidad impresionante para las Matemáticas tras años de hacer la compra en el mercado. Fuera de temario es un barrio al uso, pero con el elemento distorsionador de lo “fantástico” y el “cambio de identidad”. Fuera de temario es un barrio habitado por filósofos en el que la dueña del kiosko sigue a pies juntillas la filosofía cartesiana, el cura es socrático, el policía se decanta por Ortega y Gasset, el electricista es aristotélico y el funcionario es un nihilista convencido. En este barrio existe una tasca con el suelo salpicado de serrín y la barra brillante por la grasa de los torreznos, un bar en el que todas las tardes juegan al mus Carver, Salinger, Bukowski y Wolf. En “Fuera de temario” existe un cine al que siempre acude una cinéfila solitaria que se alimenta de fotogramas, una mujer cuyo mimetismo con el entorno del barrio se asemeja a ese mecanismo que confunde a los insectos palo con la flora selvática. En este barrio habita un mecánico de coches rudo y curtido en mil batallas, un hombre de mono grasiento al que la RAE nombra académico para su sillón de la “Z mayúscula”. En Fuera de temario viven jardineros que siembran partituras musicales en los tiestos, unas partituras que al madurar dan como fruto excelentes sinfonías. En un mismo bloque podemos encontrar a vecinos que viajan en el tiempo, hasta los años ochenta, informáticos a los que un chino del otro lado del mundo les roba la personalidad con su ordenador y relojeros que le roban el tiempo a sus clientes en busca de la inmortalidad. Sobre los bancos que hay en los parques de Fuera de temario duermen mendigos que son capaces de pintar escenas que luego la realidad reproducirá fielmente. Si usted para por este parque, eche una moneda en el platillo de este mendigo y le pintará una bacanal en la que usted será el protagonista. Si no le deja limosna, quizá protagonice una escena de caza en la que usted huye de una jauría de perros. Pero en cualquier caso, no deje de darse una vuelta por Fuera de temario, mi libro más redondo, mi vecindario preferido. No dejen que los vecinos de este barrio mueran. Es tan fácil sumergirse en sus calles y resucitar a sus habitantes como abrir esas puertas que son las páginas de Fuera de temario, un proyecto cuyos ladrillos pusieron Policarbonados y que Talentura ha rescatado del desahucio. Ahora pagan un alquiler social y viven tranquilamente conviviendo con los lectores "okupas" que llaman a sus puertas. Llamen, pasen, y jueguen un mus con Carver. Les aseguro que nunca verán un barrio igual en lo que les queda de vida.

Manu Espada

Os dejamos un fragmento de uno de los cuentos:

La importancia del complemento circunstancial
Martín, mecánico de profesión, jamás imagino que aquel desapacible dos de septiembre la Real Academia Española lo nombrara, contra todo pronóstico racional, académico de la lengua.

Así da inicio uno de los relatos que encontraréis en el libro. 
Si queréis disfrutar de este estupendo libro, podéis encontrarlo en DIARIUM.

Título: Fuera de temario.
Autor: Manuel Espada
Editorial: Policarbonados
Edición: noviembre de 2010
Precio: 15,00

5 comentarios:

  1. Yo tengo una pregunta para Manu. Dame un motivo para hacerme con la segunda edición si ya tengo la primera. ¿Hay novedades, cosas nuevas...?

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  2. Manu, la temática del libro de relatos son asignaturas ¿alguno de ellos se te quedó en mente de tu época de instituto? ¿cuándo empezaste a romper la realidad para contarla de otra manera?

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  3. Hola, Víctor. La segunda edición de "Fuera de temario" tendrá una portada nueva diseñada por el gran artista y editor Tomás Hijo. Además tiene dos relatos que no estaban en el libro (no son inéditos, cuidado, sino que no estaban en el libro), y además cuenta con un prólogo de Isabel González González. Me imagino, no lo sé, que Talentura le hará un lavado de cara al diseño general. Es decir, seré sincero, pese a tirar piedras contra mi propio tejado y espero que Talentura me perdone, pero si ya tienes la primera edición, sólo cómpralo si quieres tenerlos en plan coleccionista y te hace ilusión, que estamos en crisis. Ahora, si lo compras, todos encantados. En realidad la idea es buscar nuevos lectores y descubrir el libro a gente que no lo conoce. Un abrazo.

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  4. Si una asignatura se me quedó en mi época de instituto, Ana, fue la de Literatura. Tuve un profesor que me dio mucha caña, pensaba que yo era una especie de macarra, realmente no sé por qué con la cara de niño bueno que siempre me ha acompañado, pero le maravillaron mis comentarios de texto y me cogió tal cariño que me abrió las puertas a lecturas nuevas y al mundo de la Literatura, por ese profesor estudié Periodismo. Y lo de romper la realidad es una vocación tardía, porque siempre escribí relatos realistas, artículos y reportajes, hasta que empecé a trabajar en Radio 3 con Federico Volpini y me abrió la mente con lecturas que iban aún más allá de las que me aconsejó mi viejo profesor. Es decir, cambié a Azorín y Pío Baroja por Quim Monzó. Y fue maravilloso. Abrazos.

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  5. Manu, yo quiero vivir en tu barrio. Creo que me mudaré. Luego me pasas la dirección por correo, para que no se entere mucha gente. Pero que no me nombren académica de la lengua, que me nombren académica del pie. Es más surrealista. Un abrazo

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